por Gordon Nary
Gordon: ¿Porque te interesaste en la crisis climática?
Gabriel: Bueno, soy franciscano (de Francisco de Asís) por tanto el cuidado de la creación, la preocupación por ella y la búsqueda de Dios a través de ella, han estado siempre presentes en mi vida. Pero desde que nació mi primer hijo (hace 14 años) mi preocupación por el tipo de mundo que vamos a dejar (LS#160) a los más jóvenes me motivó a buscar una forma más concreta de alabar a Dios en su creación. Algunos años después, en 2015, apareció el Movimiento Laudato Si (entonces Movimiento Católico Mundial por el Clima) y la encíclica. Desde entonces trabajo activamente para lograr mi propia conversión ecológica y la de mis hermanos y hermanas.
Gordon: ¿Cuales son tus responsabilidades principales como Director de Comunicación en el Movimiento Laudato Si?
Gabriel: Mi mayor responsabilidad es desarrollar una estrategia de comunicación que combine la urgencia de la crisis climática con la esperanza de que las cosas pueden cambiar (LS #13). A diferencia de un grupo ecologista que centra su estrategia en el miedo apocalíptico, cómo católicos, estamos llamados a trabajar de manera positiva, confiados en que nuestro esfuerzo, con la ayuda de Dios, servirá para paliar los efectos de la crisis. Además, en un Movimiento global como este, tengo la responsabilidad de trabajar de una manera sinodal y equilibrada para asegurar que todas las voces son escuchadas, especialmente, las de las periferias.
Gordon: ¿Qué programas deberían implementar inmediatamente los paises para enfrentar la crisis climática?
Gabriel: El rol de las comunidades es fundamental. Por ello desde el Movimiento hemos lanzado el programa de Animadores Laudato Si, para formar lideres católicos que quien a sus comunidades en este camino. Las comunidades de fe son fundamentales para nuestro proceso de conversión, necesitamos sentirnos acompañados, trabajar unidos, actuar de manera coordinada. La crisis es de tal magnitud que no puede ser resuelta de manera individual, requiere un trabajo común. Así mismo la campaña de desinversión de combustibles fósiles, está uniendo a muchas comunidades y organizaciones en todo el mundo para que quiten sus ahorros de fondos que financian esta industria. Las comunidades tienen, además, un rol fundamental en la denuncia profética y la presión pública para los cambios en las leyes.
Gordon: ¿Qué rol pueden asumir las comunidades de fe para enfrentar la crisis climática?
Gabriel: El rol de las comunidades es fundamental. Por ello desde el Movimiento hemos lanzado el programa de Animadores Laudato Si, para formar lideres católicos que quien a sus comunidades en este camino. Las comunidades de fe son fundamentales para nuestro proceso de conversión, necesitamos sentirnos acompañados, trabajar unidos, actuar de manera coordinada. La crisis es de tal magnitud que no puede ser resuelta de manera individual, requiere un trabajo común. Así mismo la campaña de desinversión de combustibles fósiles, está uniendo a muchas comunidades y organizaciones en todo el mundo para que quiten sus ahorros de fondos que financian esta industria. Las comunidades tienen, además, un rol fundamental en la denuncia profética y la presión pública para los cambios en las leyes.
Gordon: ¿Qué impacto tendrá el incremento de la temperatura en la vida humana?
Gabriel: La respuesta corta es que incluso un aumento de temperatura promedio, aparentemente leve, es suficiente para causar una transformación dramática de nuestro planeta y afectará seriamente la vida humana.
Las temperaturas más altas están empeorando muchos tipos de desastres, incluidas tormentas, olas de calor, inundaciones y sequías. Piensa en cómo esos desastres están afectando, en este momento, especialmente a las personas más vulnerables, y comenzarás a comprender la dimensión del desafío al que nos enfrentamos. La crisis está aquí, no es un “pronóstico apocalíptico”, debemos actuar ahora.
Gordon:: Gracias por una entrevista perspicaz.